Muchos se han preguntado porqué he decidido ya no participar en Campus Party.

Era el año de 1999 cuando me iniciaba en el tema de la seguridad de la información. Como un buen becario, buscaba de cualquier manera el poder encontrar a expertos, conferencias o a alguien con quién platicar sobre lo que me interesaba de las computadoras. Muchas veces mi refugio fue no dormir y pasar horas en un chat (IRC) para lograr obtener unas gotas de información para poder inicar mis pruebas y lograr dominar un tema que era completamente desconocido en mi país.

Ojalá hubiera habido un evento como Campus Party en aquella época. En esos tiempos, la información de seguridad de la información y más aún, de cómputo forense era (y en algunos casos hasta ahora es) sólo para unos cuantos.

Desde hace algunos años, tomé la descisión de compartir mi experiencia, mis conocimientos y mis hallazgos con aquellos jóvenes que se inician en esta área cada vez más competida de los Sistemas. Quizá en algunos he logrado cambiar completamente su percepción; a otros no les interesa lo que yo hago, pero entienden hasta cierto punto el saber que existe les permitirá tomar una descición más adelante.

He tenido la oportunidad de platicar con padres de familia angustiados porque sus hijos hacen mal uso de internet o están expuestos a los peligros que todos conocemos; a alumnos a los cuales les pido que eduquen a sus padres; a ministerios públicos, fiscales y jueces para que tengan por lo menos en su mente que es posible detener esta situación de inseguridad familiar, social y como nación que tanto nos aqueja no sólo en nuestro país (como en estos últimos días), sino también en otros países.

En el año 2009, recibí un correo electrónico de Paola Villareal (@paw) a quien le agradezco por tomarme en cuenta para invitarme a los primeros dos Campus Party’s en México.

Era una excelente forma de continuar con mi cruzada para acercar el conocimiento y las posibilidades de que la gente sepa qué está sucediendo en los peligros y las oportunidades en cuanto a los Delitos Informáticos en nuestro país. Entendí, como muchos otros, que la idea de Campus Party fue creada para intercambiar y compartir información mientrtas convives con personas que tienen los mismos intereses.

Mi interés siempre, en estos eventos, es poder lograr que las personas -no importando su carrera, situación económica, ni laboral- entiendan los riesgos que existen al estar en internet: Fraudes, Robos, Amenazas; pero también, que el cómputo forense puede ser una de tantas formas para poder investigar, perseguir y castigar a aquellos que están aprovechándose de la situación para obtener un beneficio. También, particularmente para aquellos que inician en el área de sistemas, la gran posibilidad de dedicarse a esto que permite tener satisfacciones personales, sociales y laborales.

Incluso escribí este post en cuanto regresé a casa después de dar la conferencia.

El siguiente año, recibí de nuevo una invitación para participar, lo cual acepté inmediatamente agradecido de la oportunidad y planeando cómo sorprender de nueva manera a los asistentes. La preparación no era de un día a otro…. eran de varios meses…

En los dos primeros Campus Party en México, me divertí como nunca, pude acercarme a un grupo de entusiastas – muchos de ellos estudiantes – que se encuentran en la búsqueda del conocimiento que no obtienen en su Universidad o Institución Educativa. Pero también logré llegar a otras personas de otras carreras, inquietudes e intereses en cuanto a la importancia de conocer cómo comportarse, navegar y hacer uso del Internet.

Fue en el último Campus Party, el del 2011, donde realmente me quedé impresionado por lo que estaba pasando.

Consciente y agradecido de que había logrado duplicar la cantidad de personas que habían ido entre mis primeras dos intervenciones, contactamos con anticipación a los organizadores de Campus Party Colombia para ofrecerme a dar una conferencia, con las referencias de lo que había podido lograr en México. Al ser Colombia un país donde constantemente voy por razones de trabajo, incluso comenté que no sería necesario cubrir viáticos, ya que yo podría costear mis gastos sin problema.

Al mismo tiempo, contactamos a los organizadores de Campus Party México para poder ofrecer otra conferencia y planear poder estar en ambos eventos sin que ésto tuviera un problema en mi agenda.

Recibimos prácticamente la misma respuesta para ambos eventos. Era necesario cubrir una cuota como patrocinador por parte de mi empresa para poder dar una conferencia.

Realmente no entendí. Hasta ese momento había tenido la impresión de que todo aquel que había dado una conferencia en este evento había sido porque era considerado como alguien que podía aportar algo a los asistentes, sin pretender vender una marca, un servicio, un producto. Ahora con este elemento, es claro que cualquiera podría dar una conferencia en este evento simplemente pagando o en caso contrario, sólo si había un lugar disponible de última hora al no encontrar suficientes patrocinadores.

Gracias a un contacto, en el último momento y casi «como un favor» me dieron la oportunidad de dar una conferencia. Acepto que el horario y el día no era lo que yo más quería, pero al final dí una conferencia y pude despedirme.

Quiero que quede claro que fuera de Paola, tuve contacto con algunos voluntarios que siempre estuvieron apoyándome en todo momento cuando lo necesité. Nunca tuve el gusto de conocer a nadie más de los organizadores de este evento, de otro modo, lo hubiera dicho directamente.

Creo que la escencia, lo que inicialmente se me vendió como Campus Party no existe.

Lo bueno, es que pude decir adiós a aquellos campuseros que siempre me han apoyado.

Por lo pronto, seguiré dando conferencias en Universidades u otros eventos.